lunes, febrero 28, 2005

A VECES

A veces cuando la luna es admirada por los lobos
Te caigo por asalto;
Te tomo con mis manos lentamente,
Te rapto,
Te llevo a mis sueños.
Allí te digo que te amo mil veces.
Tú, no haces nada,
Callas,
Tu silencio se hace presente.
Luego me pongo celoso.
Celoso del sol, del viento, que siempre te están admirando.
Temo que en algún momento de atrevimiento llegue a buscarte,
Y me digan que te fuiste con el sol o el viento de la mañana.
Temo que ellos se enamoren de ti como yo lo estoy,
Y que te bajen la luna y las estrellas- ¡el universo completo!
¿Qué puedo hacer entonces? Si no es más que llorar.
El sol y el viento te lo dan todo.
Te regalan la mañana, el cielo, la brisa del mar,
La estrella que más brilla y el crepúsculo.
Yo en cambio, no tengo nada, ni siquiera una canción.
Que puedo darte si no mi amor.
Mi amor que como dulce infierno arde dentro del corazón.
Y en ese momento es tu voz la que rompe el silencio y dice: ¡te amo!

No hay comentarios.: