viernes, abril 29, 2005

la cinta de moebius

Pronto...
contando,
1,2,3........

sábado, abril 23, 2005

MOEBIUS STRIP...

Into the joussence...!!!

miércoles, abril 20, 2005

miércoles, abril 06, 2005


MOEBIUS STRIP Posted by Hello

MI AMIGA MARIA EN SUECIA Posted by Hello

domingo, abril 03, 2005

MOEBIUS...

I

Un día cualquiera un individuo como otro aparece en esta ciudad. Camina por las calles sin mirar el entorno. Respira este aire que respiramos todos, se enferma de soledad como un ser normal, muere de tristeza cada vez que la luna se hace presente.
¿Qué pensará ese ser humano? Tal vez resuelve el mundo en un segundo. Imagina como el amor de su vida aparece frente a él, le llama, le canta al oído una canción de cuna, para caer hipnotizado en sus labios tiernos, en sus brazos largos y caer prisionero de sus besos de cerezos. Soñará tal vez en un saxofón desafinado que forma parte de la respiración de su amada, ese ir y venir de su pecho; lugar donde el aire se vuelve humo por cada cigarro gastado, formando un eco que rebota en el corazón.
Aparece de nuevo en la visión ese solitario humano, caminando por los callejones del centro de esta ciudad olvidada. ¿A donde irá el filósofo? De seguro se dirige al país de las ideas, donde los pensamientos aparecen por arte de magia y responden todas las dudas que hemos de tener respecto a la vida.
Hoy sueña en el amor que nunca tuvo. Esa energía astral que aparece de vez en cuando y nos llena de luz. El amor está escondido debajo de las piedras, en la esquina del olvido, entre las montañas de azúcar y las olas del viento.
Guillermo camina por la acera de la calle, mirando el suelo, en busca de la sombra que ha perdido en el abismo. Su vestimenta dice mucho, camina sobre unos desgastados huaraches de piel que han recorrido todo el centro una y otra vez sin descanso, trae en manos una pequeña libreta donde de seguro guarda sus secretos y escribe el producto de su trabajo intelectual. Cuenta la historia que él era un ser normal como todos los demás, pensaba en la vida cotidiana, sin sueños, sin esperanzas, sin algo más que la rutina. Tenía en sus brazos a su dulcinea. Pensaba en un futuro común, casarse, tener hijos, morir. Un día platicando con un sauce llorón se dio cuenta de que tenía mucho por hacer, mucho que pensar para hacer de este mundo algo mejor, así que dejó a la princesa de los sueños, y se fue en busca del mundo perdido para encontrarse a sí mismo. Desde entonces vagabundea por las calles de la ciudad tratando de entender cómo actúa el hombre y por qué es como es, si es posible algo mejor y cómo llegar a esa mejoría. Difícil situación que se ha cargado en los hombros.
El ser humano no es mas que un animal con cierta cantidad de intelecto sin utilizar, con un corazón que rara vez utiliza para enamorar, con un alma que guarda en secreto toda su vida sin hacer acto de presencia, con una sombra a la que no le presta atención, con sentidos que usa sin razón, con un par de manos, instrumentos de creación mágica y una dimensión donde habita la imaginación para hacer de este mundo increíble algo más razonable para la visión común.
La sombra de Guillermo sube un puente peatonal para no sufrir ningún accidente de tipo desastroso, evitando así ser arrollado por un sedan color rojo conducido por alguien ebrio que ha decidido comenzar a tomar a pesar de la temprana edad de este día. Ya del otro lado del camino, la sombra de Guillermo se dirige a casa del amor imposible de su dueño para hacer entrega de un poema mágico. Frente al hogar de aquella hermosa mujer de fuego la sombra se introduce lentamente a la habitación donde ella crea los sueños más bonitos de la noche, y es allí, justo en el peinador, en la cara del espejo donde se reflejan las miradas que desean un amor en esta noche de soledad amarga, triste como el corazón de las almas en pena, que sufren por los amores imposibles, utópicos, acibarados como el de Guillermo, que sufre por causa de su amada encallada en el pasado. ¿Alguien conoce la formula para el olvido? El uso excesivo de llanto y de bebidas anublantes adulteradas con pequeñas dosis de libertad emocional, son la respuesta de más bajo presupuesto temporal para la ocasión, sin embargo, la eterna poesía hace algo más a este respecto, confundiendo al corazón malsano, emborrachando los sentimientos, haciéndolos creer en lo que es imposible de imaginar, y cayendo víctima de la falsa felicidad.
Guillermo ahora camina por otro camino, buscando algo, pero no se sabe que, así que en esta ocasión la locura se hace presente, como todos los pensadores tienen que estar para poder observar este mundo con ojos diferentes a los de la gente mundana. Ahora es un vagabundo, sin lugar, sin tiempo, un pobre soñador que imagina, así que anda por el sendero oculto de la demencia perdido en la realidad.


II

María Teresa canta como una sirena, le agrega un pedazo de alma a cada sonido emitido desde su vientre, cada sonido se convierte en una consonancia perfecta, exacta como un círculo infinito que arde en la memoria. Después de cantar como los ángeles se dirige hacia su casa, solitaria, cubierta con tristeza. En su espacio personal comienza a realizar el ritual de la depresión, empieza a consumir todo lo que encuentra a sus pasos, primero come todas las frutas que se hallan en el paraíso, manzanas de la discordia, peras de la mañana, guayabas del olvido, plátanos silvestres, ciruelas de los sueños, mandarinas para el encierro; acaba en un poco tiempo con todo el desfile de sabores frutales, ahora continua con su acto, es el turno de devorar a todo pedazo de carne que se encuentre en el refrigerador, de manera natural inicia a comer pedazo tras pedazo de carne, sin coser, sin condimentar, sangrando, emitiendo un olor a muerte; clava sus dientes desasiéndose de todos sus pesares; toda su ropa es color sangre, así que es hora de cambiar de alimento, le toca el turno a los postres; ella consume completo un pastel de chocolate doble, al mismo tiempo bebe un café de la montaña y por fin termina su ritual.
Ahora se dirige al espejo, se mira, de arriba a abajo, comienza a odiarse a ella misma, el cuerpo se le ha comenzado a deformar, el vientre le ha crecido considerablemente, las estrías marcan el camino del rompimiento y de pronto comienza a llorar, las lagrimas recorren el cuerpo abultado, recuerda los años pasados, cuando su cuerpo era más esbelto, cuando era hermosa; cuando brillaba como una estrella. Ahora su busto se ha caído igual que su autoestima, Lo único que no ha cambiado y conserva rastros de belleza profunda es su cabello, largo como invierno, obscuro como una dársena oculta del sol.
Ella, María Teresa, también ha perdido su voz, el silencio se ha hecho presente y solo recuerda aquellos tiempos en que cantaba en el teatro, cuando las butacas se llenaban, cuando la gente aplaudía, cuando lloraba a la eterna luna, cuando los enamorados la invadían y los sueños se hacían realidad.
Camina de nuevo a su casa, y comienza otra vez el ritual; comienza a devorar lo que encuentra a su paso, pasteles envinados de amargura, galletas de odio, una gran ensalada Cesar, tortillas entumecidas, quesos de cabra, carne de puerco. Como un hoyo negro en el cosmos, continua con patatas a la francesa, espagueti a la italiana, enchiladas mexicanas, corazones olvidados, recuerdos infinitos, para terminar fuma un cigarro, el humo la inunda de misterios, y es hora de visitar el espejo; en el oráculo su indignación crece al igual que su cuerpo, cada vez comienza a romperse lentamente la piel inhumana, su vientre ahora es como una montaña sin diablo, como un mar de desfiguraciones. Esta vez las lagrimas no aparecen pues se han agotado, así que no queda más remedio que el silencio, profundo como caverna que nos lleva al pensamiento y allí nos aniquila.
Es seguro que piensa en la muerte como única salida a su trágica vida, pero la muerte no es tan sencilla, no vasta con darse un tiro, con tomar venenos de desamor, con saltar del lugar más alto para caer en una nube, lo difícil es el espejo, siempre nos mira, nos hechiza, nos critica, nos mata; somos súbditos, esclavos eternos del reflejo de un espejo que nos indica como debemos vestirnos, nos enseña el modo de actuar, y lo más trágico es esa fotografía que sale en los periódicos, mostrando a la mujer que se suicidó. Así que no es tan fácil morir de hermosa forma, una muerte que nos lleve al paraíso de la belleza no se halla en la esquina, esta se encuentra en la sangre de las mujeres hermosas.
Así que decide pasear por el centro, observa a la gente delgada, esbelta; envidia a la mujer más bella del mundo, de pronto observa a lo lejos a un vagabundo; sin duda alguna fue el amor su vida, a quien decidió olvidar y el causante de la depresión incensaste. Unos pasos más adelante comienza a sentir un dolor estomacal y decide sentarse en una banca colonial, ahora comienza a hincharse su cuerpo, lentamente su cara se desfigura, sus brazos se inflan de aire y su vientre acolchonado emite un ruido infernal. ¡ Pum! Un estruendoso sonido rompe con todas las miradas, la grotesca mujer ha desaparecido, no hay rastros de sangre ni partes de olvido, solo queda en la banca un poco de arena de mar, sal, y una brisa inunda las calles seguramente porque María Teresa era una sirena que había abandonado el reino acuático para vivir en el mundo de las desgracias.






III

Ella lloró un mar de lágrimas cuando se dio cuenta que no era la misma de siempre, era distinta; sus manos ahora eran grandes, sus uñas largas, postizas. De un momento a otro sus pensamientos se convirtieron en realidad, tanto pensar en Lorena, tanto añorar ser ella, vivir su vida, intercambiar los zapatos; todo eso hecho realidad en un instante. Ella amaba a Lorena, la deseaba en cada sueño, en cada parpadeo lleno lujuria la pensaba desnuda, con su hermosa cara brillante, con sus ojos de luna, su cuerpo perfecto equilibrando el mundo, sus pechos redondos como manzanas, su cadera deslizable, su espalda imaginable; Ella la soñaba de forma infinita, irrompible; desdoblaba cada amanecer en cada sueño.
Ahora todo es distinto. Lorena ya no está, se ha ido, dejándonos sus memorias en la imaginación, por eso ella se ha convertido en Lorena, a tomado su lugar, su forma, su espacio en este mundo; tiene la responsabilidad de ser otra persona, de ser alguien más, de existir.
Toma el lugar de Lorena, camina por la ciudad pensando, hasta que llega al centro, allí se queda un momento divagando, observa un árbol, grande, frondoso, es un nogal fresco, siempre eterno. ¿En qué piensa un árbol? Es un sabio de los tiempos, lo sabe todo pero vive en la montaña del silencio. Así que ella desea ser un árbol, odia ser Lorena, ahora quiere ser un nogal, un erudito de la sabiduría.
Observa a un vagabundo, sucio, pensante, también mira a una mujer desesperada, caminando, pensado en su cuerpo, su templo, su muerte. De un momento a otro se escucha un gran trueno, así que todos miran hacia la mujer desesperada, a desaparecido de manera instantánea: Ella, la que ahora es Lorena intenta huir de la muchedumbre pero no puede hacerlo, no se puede mover, su cuerpo se ha estancado a quedado inmóvil. Se da cuenta que ahora ya no es una persona, ahora es un nogal, grande, frondoso; ella quiere gritar pero nadie la escucha, habita en el silencio. Allí queda plantada por el resto de los años, callada para siempre.



IV

Berenice es mi amiga imaginaria, es una niña pequeña con ojos saltones, con su cabello recogido bien peinado. Ella forma parte de mi imaginación, habita en el mundo de los sueños. A veces aparece sin razón alguna, me habla, me lee una poesía borgiana o simplemente me canta una canción de ronda. Es allí cuando más me sorprendo de su ingenio. Su voz de duendecita a veces me cautiva.
Casi siempre viste un vestido rojo y trae con ella su cuerda para saltar, lo que creo es que ella salta en el tiempo, es eterna.
Las dos caminamos hacia el centro de la ciudad y platicamos de todo. Nos sentamos juntas en una pequeña banca, observamos a un vagabundo perdido en sus pensamientos, a una mujer muy gorda, a otra mujer de grandes manos. Lentamente comienzo a desaparecer, no entiendo lo que pasa, pero me vuelvo transparente como agua. Tal parece que en realidad soy producto de un sueño, tal vez yo soy la niña imaginaria destinada a desaparecer cuando me dejen de pensar. Es así que llega el momento final y muero para siempre, enterrada en el olvido.

sábado, abril 02, 2005


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