jueves, marzo 31, 2005

El secreto de Ma

El secreto de Ma
Dedicado a V.O.S.


Besé su boca, su perforación en la lengua me hacía recordar en aquel vino tinto alemán que tomamos cuando escuchábamos el acetato de Miles Davis, un beso y luego el siguiente y así hasta acabar embriagados de ese vino tinto sincopado. Los ojos pequeños que Ma cubría con su sombra color negro hacían de ella todo un misterio, en cada parpadeo ocultaba su tierna mirada de oso, guardaba esas lagrimas desesperadas que de vez en cuando dejaba salir a mirar la luna.
En algunas ocasiones salíamos a caminar por la playa, separados por nuestras almas porque a ella no le gustaba que le tomara la mano, le parecía algo antaño, aunque en realidad creo que ella no podía soportar el dolor que le ocasionaba al tomarla de la mano, confieso que la apretaba con toda mi fuerza, pues tenía cierto miedo a perderla.
Yo soñaba con observar sus ojos disminuidos, los cuales a nadie mostraba, el espejo era el único testigo de esa obra de arte surrealista. Así me pasaban las horas nocturnas, pensando en ella, en su mirada secreta, en recorrer su piel blanca como hielo, deteniéndome a contemplar sus tatuajes, en sus formas, sus colores, tesituras; de repente pensaba bien, besar su espalda tal vez sería el final perfecto para mi sueño, ella me parecía un hada, eso era Ma era un hada, de esas que contemplas un segundo y jamás olvidas, se apoderan de tu pensamiento, te hacen esclavo de su corazón, no puedes hacer más que pensar en ellas, no se pude hacer más, morir es tal vez la única solución aunque en realidad nada lo asegura. Tanto misterio guardado en una mujer a la que acababa de besar, demasiado tenía que pensar para poder descifrar el secreto de su belleza. Tal vez preguntándole a la luna cuando estuviera llena, pero estas cuestiones solo las podía resolver el saxofón de un jazzista tocando be bop a las dos de la mañana o descifrando el canto de los gatos después de beber media botella de wiskey en las rocas.
Ahora tirado en mi hamaca imaginaria recordaba que a ella no le gustaba que le observaran los pies, pero a quién le gusta que le miren los pobres pies caminantes que nos han llevado de repente a lugares perdidos en la memoria. En este instante me venía a la mente la imagen de Ma fumando un cigarro después de hacer el amor, escuchando su respiración, tocando su cabello color rosa hasta desenredarlo con mis dedos. De repente no sé si todo eso fue un sueño o si realmente la besé, le hice el amor y posiblemente nos llegamos a enamorar. No hay rastros de todo eso que pasó, solo vagos recuerdos, guardados en un cajón junto a su aroma y una cajetilla de cigarros que le pertenecían a ella, eso si lo sé, pues yo no fumo, dejé de hacerlo cuando leí el poemario Destilaciones de la Luna, que me dio un desconocido cuando viajaba hacía la capital.
Físicamente la parte ulterior de su cuerpo era una maravilla, verla caminar a lo lejos sin duda alguna era igual a observar un tren de vapor alejarse lentamente de estación Catorce, con todo y sus sonidos aéreos, con su voz metálica rebotando en las paredes de un burdel a las afuera de la ciudad, en aquella ocasión en que la observé por primera vez. Fue en ese lugar y ese momento cuando me convertí en un hombre de piedra, atacado por los hechizos de la mujer de cabellos de serpiente, la Medusa, el hada nocturna, la luna disfrazada de Eva.
También recuerdo su perforación en la nariz, majestuosa oda a la acumulación de orificios, hacía que Ma te imantara de sonrisas evaporadas, todo eso después de beber un par de tazas de café caliente en algún lugar olvidado. Toda acumulación de suspiros podía convertirse en un campo de tristezas llegando a explotar en un mar de lágrimas listo para navegar hacía tu mirada.
Ma solo lloraba frente a su espejo, jamás frente a todos, nunca fue mala idea recoger sus lágrimas en un cono de papel y colocarlas en una botella vacía de vino blanco, al tener el frasco lleno del líquido transparente aventarlo al piélago o dejarlo olvidado en el desierto, con el siguiente mensaje: ¡no te conozco pero he llorado por ti toda mi vida!
He de contarles el secreto de la belleza de Ma, como lo había intuido todo el tiempo sus ojos eran la clave a tal cuestionamiento, eso de que los ojos son la ventana del alma más que un cliché se había convertido en una especie de sortilegio para enamorar artistas que se morían de hambre y sobre todo de soledad. Jamás olvidé sus manos sosteniendo un cigarro, ese acto merecían que Rodin la esculpiera y le cediera un lugar junto a El Beso y El Pensador, yo llamaría a esa obra El mundo es verosímil cuando se pinta de color rosa.
No hace falta mencionar que cuando caminaba todo el mundo la miraba disimuladamente, aunque en contadas ocasiones más de uno no podía ocultar el asombro ante aquella hermosa mujer con tatuajes fumando poesía frente a las escalinatas del edificio central de la Universidad de Guanajuato.
Los ojos de Ma eran como amuletos para hipnotizar, con su parpadeo te envenenaba el alma, poco a poco para que no sintieras nada, te quedabas dormido, por la noche aparecías desnudo frente a la nada, su aroma aparecía impregnado en todo el cuerpo, sus besos, mordidas y su mirada embarrados en las manos, al final la nostalgia aparecía vestida de mañana fresca y morías cansado por un momento que duraba una eternidad.
De vez en cuando le mandé algunas cartas, le escribía sobre mi vida aburrida sin ella, sobre las mujeres que deseaba y no podía conquistar, abordaba cualquier temática para usar como excusa y terminar diciéndole que la necesitaba, que moría lentamente por cada minuto que pasaba sin recorrer su cuerpo cristalino. Cuando descubrí que su sombra para pintarse los ojos era muy especial casi me dio un ataque de asma, pensar que utilizaba las cenizas de su hermana menor, la que había muerto de manera misteriosa, ahogada por comerse el corazón de un chabacano verde. Así es, ahí estaba el secreto de su belleza, utilizaba la muerte en sus ojos, pero mas extraño aún fue la ocasión en que después de varios años la sombra se le terminó y tuvo la necesidad de encontrar más de su preciado cosmético. En una tarde de octubre entró a una funeraria del centro de la ciudad, vació el contenido del recipiente que contenía las cenizas de una violonchelista de la orquesta sinfónica que había muerto al resbalar de la bañera, luego en el frasco vacío colocó cierta cantidad de sombra para los ojos marca Revlon que había conseguido en una tienda por un par de monedas, salió del lugar como si nada hubiese pasado y recuerdo bien toda esa gente rezando y llorando a la sombra para los ojos Revlon.
Ma, una mujer de tantos secretos ocultos, disfrazados de geisha enamorada, capaz de pescarte en un santiamén llamado parpadeo. Después de cargar la cruz por bastantes semanas decidí liberarme del trágico hechizo. Todo lo hice una tarde de noviembre, cuando terminó de llover misteriosamente. Hice el amor con ella en la cocina, luego la amarré con las cuerdas de 0.12 Mm. de mi Gibson ES-172 color cereza con la que tocaba los fines de semana en un club de blues. Así pues, amarré sus manos y sus pies, los cuales pude observar y entendía ahora porque no le gustaban, de chica se había roto los dedos y los tenía todos deformes. Totalmente desnuda y amarrada se excitaba, eso le encantaba. Ella me gritaba que me la comiera, así que sin pensarlo tomé mi Gibson de mil novecientos sesenta y nueve color cereza que me había autografiado Pat Metheny y le rompí la cabeza en un solo golpe, ¡zaz! el sonido fue como el de una nuez gigante quebrándose, el brazo de mi guitarra se rompió hermosamente, el cuerpo de la misma estaba completamente llena de sangre, roja como el fuego; así que el cráneo de Ma ahora estaba roto y soltaba un océano de sangre, todo su cuerpo estaba bañado en ese líquido, su pequeño pecho merecía un par de fotografías a blanco y negro, así que utilicé mi cámara reflex y comencé a fotografiar. Estoy seguro que podía mostrar mis fotografías en algún museo de Nueva York o en Paris, en alguna galería de arte en Alemania o en el periódico amarillista de Japón. Ahora tenía allí su cuerpo inerte y el disco de Puccini había terminado, le tocaba el turno a Verdi, nada mejor para lo ocasión que Nabucco a todo volumen.
Ahora tenía que hacer algo con el cuerpo del hada que había matado con mi guitarra color cereza, y para cumplir sus deseos de comerla cercené uno de sus maravillosos glúteos redondos y arranqué sus ojos con un tenedor los cuales al instante devoré, el sabor de sus ojos simulaba el de un chocolate amargo, el de su asentadera perfecta tenía un sabor como cerveza caliente, la comida la acompañé de un buen vino tinto alemán de muy barata edición.
Terminado el festín, cargué el cuerpo y lo subí a mi Volswagen Sedan color tornasol mil novencitos ochenta y seis y manejé hasta el distribuidor vial más alto de la ciudad, estando en la cima me detuve, saqué el cuerpo y lo aventé por la borda. En un par de segundos estaba ya en el asfalto y un camión que transportaba cerdos pasó sobre de ella. Nada más irónico podía suceder.
Me retiré del lugar escuchando el silencio de la noche. En las noticias de la mañana se dio la noticia de una mujer que se había suicidado aventándose del distribuidor vial, al parecer su cuerpo había quedado tan destrozado que fue muy difícil reconocerla.
Hermosa Ma, yo aquí tan triste escuchando a Charly Parker y tú allá en algún bar en el infierno, espero me guardes un lugar en primera fila para volver a contemplar tu baile exótico mientras te desnudas en aquel lugar fuera de la ciudad.

miércoles, marzo 23, 2005

hoy es 24 de marzo....tenía que llegar esa fecha

pues, para mi malicia es mi cumpleaños. cumplo 24....chale...

solo una vez en la vida cumples el numero de años del dia que naciste...
pero esta vez me tocó a mí...
pero bueno...

creo que he ido cambiando poco a poco. ahora casi voy en la mitad de la licenciatura en antropologia, pienso que las cosas se aclaran un poco, pero todavía hay mucho por hacer...

AGB :-)

lunes, marzo 21, 2005

Doña Catalina de Luna

El tiempo se va agotando de tanto navegar en el mar de la vida, tantos días, tantas islas, mares, olvido. Cada mañana nueva trae consigo una carga de esperanza, fe contra el olvido, veneno para vivir. El sol comienza su aparición ante nuestros ojos y nos platica sus historias infinitas y marchitas por el tiempo. El canto de las aves también comienza; cada opereta, cada compás que nos llena de vida y nos da energía para continuar el largo camino.
Cada segundo va caminando delante de nuestros pies, silencioso, va agonizando para después desaparecer en la nada. Caminan los minutos como soldados de plomo marchando hacia la batalla contra la soledad, guerra que jamás se gana, nunca termina. Las horas se desvanecen lentamente en el aire robándonos el tiempo perdido. Se acerca la hora de partir, allí está, nos saluda.
Doña Catalina de Luna se levanta con todo y sus ochenta años de vida y sale hacia la calle. Lleva con ella el recuerdo de la fortuna que tuvo de niña y la pobreza que tiene ahora. También lleva junto al brazo un bote con paletas de dulce. Se dirige como casi todos los días en que se encuentra estable de salud a su esquina. La calle donde trabaja debe ser merecedora de su nombre. Es de ella más que nadie. Ha estado en ella desde hace mucho tiempo, esperando la llamada de los ángeles que se niegan a hacerlo.
Hoy es un día ligeramente soleado, sin contradicciones en el mundo de Doña Catalina. La fila de automóviles ya forma una gran línea como hormigas trabajando. Va pasando auto por auto y de vez en cuando alguien le compra algo. Será por antojo o por la tristeza que emanan sus ojos de luna llena.
Doña Catalina de Luna es la única vendedora de paletas que lleva el servicio de venta personalizada auto por auto en la ciudad. En eso se podría considerar pionera. Ella no es una pordiosera o un mendigo, todo lo contrario, huele a limpio, a jabón, a abuela. Sus vestidos largos no llevan ninguna mancha, ni siquiera el polvo se atreve a tocarla. Hay quien cuenta que nunca renunció a su virginidad, pero ese no es un hecho confirmando. Nadie lo sabe en realidad. Por raro que parezca todos los días acaba por vender todas las paletas, grandes y pequeñas, rojas, amarillas de piña, verdes limón y también de dulce de leche.
Cuando camina por la calle con sus pasos lentos, la soledad que carga en los hombros se va notando. Cada paso se vuelve más pesado. Arrastra los pies inconscientemente, Un paso y otro paso. Un paso más y pronto llegará a su pequeña morada. Ahora parte de la gran ciudad, pero en sus buenos tiempos la casa estaba muy afuera del mar de gente, de sus ruidos, olores y costumbres inhumanas. Todo cambia, menos el paso del tiempo, la soledad, la tristeza y el vender paletas.
Esta semana Doña Catalina fue casi todos los días de la semana a trabajar menos el miércoles, ya que le dolían los pies y se quedó acostada todo el día, hasta que la noche cayó en la ciudad y la luna hizo su aparición por la ventana de la casa, ella es pariente de la luna, descendiente del reino de las noches, sus sueños salen por la ventana a trepar las paredes como gatos y cantar como bruja del medievo.
Su casa no es grande. Consta de dos cuartos y un pequeño baño, una recamara antigua, una pequeña mesa ya apolillada y una bañera blanca con manchas de oxido y sarro en las patas. No hay ningún cuadro, ni una fotografía. No hay nada más. Ni siquiera flores, que en estos tiempos de gran soledad puede considerarse un delito de gravedad, penalizado con cadena perpetua en la cárcel del olvido.
Doña Catalina de Luna no siempre vivió de esta manera. Cuando era pequeña vivía en Puerto Bello cerca de Malecón. Allí vivió una infancia feliz junto a su familia y en especial con su hermano Adriano. El Fue un niño enigmático, plagado de misterios mágicos. Terminada la niñez, Catalina estudiaba en el colegio de Artes para mujeres donde asistían todas las niñas de los acaudalados del país. Allí tuvo pocas amigas. Adriano de Luna estudiaba medicina, profesión heredada de su padre y de su abuelo, tradición de generación de generación, que no tenía fin.
Desde el balcón de Catalina se escuchaban los sonidos de los barcos que partían hacia todos los continentes, también se podía observar el gran faro que iluminaba circularmente Puerto Bello. Vuelta tras vuelta la luz que emitía cansaba la vista de Catalina y esta caía viento en popa en la cama para comenzar a soñar. Ella soñaba en grandes campos de flores, amarillas, rojas y blancas, ese era su sueño favorito. Caminaba entre los campos interminables, tomando con las manos algunas flores multicolores.
Hoy es martes. Un día especial para Doña Catalina de Luna. Se levanta temprano y desayuna avena caliente. Se coloca unas gotas de agua de colonia y se dirige a la Iglesia de Nuestra Señora de Gertrudis. Allí reza un par de suplicas y descansa su alma un momento. Después se dirige a la esquina donde vende las paletas de dulce, espera que se acaben para regresar a casa y descansar. «Mañana será otro día para vender paletas» declara al aire Catalina.
El hecho de vender paletas en la calle tiene su parte positiva; ya que los niños son los principales clientes y la sonrisa de casa uno de ellos refleja la felicidad auténtica de la cual hay que alimentarse. Niños y niñas de todas las escuelas y de todos los tamaños esperan el regreso a casa para así poder disfrutar de las paletas que trae Doña Catalina de Luna.
La luna azul y el destello del sol hacen que vayan pasando los días, uno tras otro en interminable fila, en infinita cascada de tiempo, siempre vendiendo, rezando, durmiendo; soñando en aquellas embarcaciones que venían de China, de España, de Argentina, soñando en el reflejo del sol en el agua salada del mar, en el gran faro, en Adriano. Tantos recuerdos, tantas lágrimas derramadas en el olvido.
Mañana será martes, el día de Adriano, el día de su desaparición de este mundo, en la cual Doña Catalina de Luna gastó toda su fortuna heredada para poder encontrarlo, centavo tras centavo pagaba a aventureros de todo el mundo, a psíquicos, a todo aquel ente que le diera algo de información al respecto. No faltaron lo aprovechados mentirosos, pero Catalina nunca perdió la esperanza. Y aún hoy sigue en esa larga espera.
Ella recuerda el gran martes de Adriano. Estaban los dos a la orilla del puerto, se veía la luna completamente roja, augurando algo negativo; en un momento de juego los dos cerraron los ojos, y ella comenzó a ver esos campos de flores infinitos, donde se encuentran los sueños más bonitos, y al abrir los ojos descubrió que él ya no estaba allí, se había ido para siempre. Todos en el pueblo lo buscaron y jamás hallaron algo, por lo que se supuso que había muerto en el mar. Los padres de Catalina al morir le habían hecho prometer que encontraría a su hermano de sangre, promesa que nunca se cumplió, ahora ya es tarde para eso, es tiempo de ir a observar las sonrisas de los niños, la cual es el elixir de la vida, aleja a los malos espíritus, es la cura de la soledad y disminuye la depresión existencialista.
Doña Catalina de Luna se levanta por la mañana y al poco tiempo se dirige hacia la esquina de siempre, invocando a la rutina monótona, comienza con la vendimia de paletas de todos colores. Los niños hacen su aparición en el teatro de la vida. Uno tras otro disfrutan la golosina encantada. El tiempo camina a gatas, lento y aburrido. El calor hace que la ropa se pegue a la piel, simulando las velas de un velero en alta mar. Cansada se sienta un instante en la acera y cierra los ojos desgastados para evitar que el polvo entre en ellos. Observa una silueta detrás de ella. Se levanta y trata de mirar a la sombra. « ¿ Disculpe señora, es usted Catalina de Luna? » Ella si decir ninguna palabra le muestra el bote de paletas que siempre carga en manos esperando a que el cliente escogiera alguna. « No me reconoce» «Soy tu hermano Adriano»
Catalina de Luna lo observó y no pudo pronunciar algún sonido. El recién aparecido se acercó a ella y la abrazó. Ella temblando dejó caer el bote de paletas multicolores, y estas cayeron simulando una cascada de colores.
El tiempo detiene la imagen que queda congelada, ahora Doña Catalina de Luna se ha ido a aquel campo de flores infinitas que siempre soñaba, pero esta vez ha cumplido su promesa.

sábado, marzo 19, 2005

CONVOCATORIA

CONVOCATORIA



PRIMER COLOQUIO INTERNO ESTUDIANTIL





Estamos organizando un coloquio interno estudiantil con el objetivo de crear un espacio de intercambio, discusión y difusión de las investigaciones actuales de los alumnos. Este coloquio se llevará a cabo durante la Semana de la Coordinación, los días 18 a 20 de mayo de 2005, en el Auditorio de Psicología.



Los alumnos interesados en exponer sus trabajos disponen de 20 minutos de exposición y 10 minutos de preguntas. El tema es libre. Habrá constancias de participación.



Si quieres participar, mándanos un mail con los siguientes datos:

a. Título

b. Tema y disciplina

c. Objetivos

d. Resumen

e. Requerimientos de apoyo para la presentación, como son el cañón, la laptop, un proyector de acetatos, etc.



Por favor, mándanos la información antes indicada a más tardar el 4 de abril de 2005. El Comité Organizador revisará los resúmenes y les confirmará acerca de su participación el día 8 de abril.





El Comité Organizador



Alejandro Guajardo (guajardo466@hotmail.com)

Descripción estelar de las mariposas multicolores

Amarillas,
Rojas y azules;
Alas multicolores que llenan el espacio;
Sombras que muerden la luz.
Miles de flores amarillas, rojas y azules.
Todas ellas sobre un campo de cristal,
Un campo con flores y mariposas.
Cientos de estrellas visitan la tierra;
Se ponen su traje espacial de mariposas,
Para así poder posarse sobre una hermosa flor.
Luego, cuando la noche cae y la luna aparece,
Las mariposas vuelan de regreso a su planeta
Para así poder posarse sobre la noche, en las flores del silencio,
Bañadas por el canto de los grillos, en el campo de lo infinito.
Miles y millones emigran diariamente para poder encontrar donde posarse
Y así que sean admiradas.
Estrellas que se convierten en mariposas,
Mariposas que vuelan en el estómago,
Síntomas de amor.
¿ De qué se alimenta el amor?
De mariposas y estrellas que se posan en el campo de los sueños,
Y luego huyen para adentrarse en tu estómago y,
Así poder volar dentro de ti,
Cuando besas a los labios más hermosos del desierto de estrellas.

miércoles, marzo 16, 2005

mensaje a M

Pues, estos espacios, son para que coloques tus puntos de vista y opinines, criticas, publiques tus creaciones, ideas, pensamientos; y la "colectividad" de la tu hablas me parece que para tì es una forma de esconderte, ya que no se sabe quien es M, pero tú si sabes quien soy yo, pues lo puedes investigar en el perfil del blog.

Reitero que, mi opinión sobre las abundantes mujeres embarazadas en la coordinaciòn es una critica, puesto que, siendo estudiante de una licenciatura en antropolgia, historia y/o geografia las cosas se complican, imagina que, estudias, tambien tienes que trabajar para tener algo de dinero en la bolsa, y aparte te embarazas, responde ¿cuánta dificultad le has agregado a tu existecia?, y tal vez a ese bebe no le vas a dar todas las cosas que necesita, ya sabes amor, la alimentación adecuada, el tiempo necesario, y un millon de cosas mas. A lo mejor si.

así que, no es nada en contra de las mujeres, pues ellas son mi inspiración basica para escribir y crear musica, poesia, cuentos, etc., esto va para todos tanto hombres como mujeres, y es una reflexión sin ningún tinte de agresión a la mujer.

Por lo que he de agregar que, este es mi espacio de opinión y de publicación de parte de mi obra en letras, y hay que añadir que todos tenemos una opinión diferente de las cosas, puesto que somos diferentes, no colectivos, ni iguales.

domingo, marzo 13, 2005

El mensaje de la botella

En una mañana fresca lanzo esta botella al mar,
Busco un barco de velas que me pueda salvar,
De convertirme en naufrago en la isla de la soledad.

Ha viajado entre océanos, mares, reflejos,
Entre lunas, soles y desiertos.
Buscando que el mensaje sea leído,
Por tus hermosos labios de cerezos.

Son tus cabellos los mares por los que navego,
Viajo en busca de tu sonrisa encendida,
De tu boca enamorada y de tus ojos de fuego.

Ahora bebe el contenido de la botella,
Emborráchate desbordando tu felicidad,
Como si fuera el mejor vino, el mejor licor,
Aunque en realidad solo encuentres en ella mi corazón.

jueves, marzo 10, 2005

La puta flaca

La flaca camina y observa a cada hombre sobre la faz de la tierra, los llama en silencio con ademanes afrodisiacos. Los toma uno a uno de la mano, ellos se sienten atraídos por la magia de su mirada, por la forma de su esquisto cuerpo, por sus pechos de manzana para toda la noche ser condenado.
Ella entrega su corazón a cada uno de ellos, los ama en cada silencio roto, los abraza con su cintura de cristal; los besa en los labios como si tuviera una serpiente infinita, los envenena con un poco de sal y los mata. Cada uno de ellos va cayendo en su trampa, no se puede dar marcha atrás, todos desaparecen.
La flaca vuelve por sus nuevas víctimas que ha de llevarse a su palacio. Tanto hombres, mujeres y niños acuden a su llamado, todos se sienten atraídos por su pacífica voz. La puta flaca se mete con todos y los lleva lentamente hacia la muerte.

sábado, marzo 05, 2005

MOEBIUS

PRONTO EN TU CIUDAD...

jueves, marzo 03, 2005

sorpresa

a todos pronto una gran sorpresa...

AGB :-)